sábado, 18 de mayo de 2013



"La confesión de un granuja". Angelo Branduardi canta a Serguei Esenin





No todos saben cantar,
no todos pueden ser manzana
y rodar a los pies de los demás.

Esta es la suprema confesión
que puede hacer un granuja.

Ando intencionalmente despeinado
con la cabeza como una lámpara a petróleo.
Me gusta iluminar entre tinieblas
el deshojado otoño de vuestras almas.
Me gusta cuando las piedras de los insultos
vuelan hacia mí, como el granizo de una eructante tempestad.
Entonces sólo oprimo con más fuerzas
la pompa oscilante de mis cabellos.

Con cuánto cariño recuerdo
el estanque invadido por la hierba y el ronco tañido del aliso,
y que en algún lugar viven mi padre y mi madre,
a quienes todos mis versos no les importan un comino,
pero que me aman como al campo y a su propia sangre,
como a la llovizna que en primavera mulle los brotes.
Ellos les clavarían a ustedes sus horquetas
por cada injuria que lanzan sobre mí.

¡Pobres, pobres campesinos!
Seguramente ya están feos y viejos
y aún temen a Dios y las ánimas del pantano.
¡Oh, si pudieran entender
que su hijo
es el mejor poeta de Rusia!
¿Acaso sus corazones no se helaban
cuando sus pies desnudos tocaban los charcos del otoño?
Ahora anda con sombrero de copa
y zapatos de charol.

Pero vive en él, con ímpetus de antaño,
el mismo aldeano travieso.
Desde lejos saluda con reverencias
a las vacas pintadas en los letreros de las carnicerías,
y cuando se cruza con los coches de la plaza
recuerda el olor del estiércol en los campos natales
y está dispuesto a levantar la cola de cada caballo
como la cola de un traje de novia.

Amo mi patria.
¡Amo inmensamente a mi patria!
Aunque exista en ella la tristeza y la herrumbre de los sauces.
Me gustan los hocicos fangosos de los cerdos
y las voces estridentes de los sapos en el silencio nocturno.
Estoy enfermo de recuerdos de infancia.
Sueño con la humedad y la niebla de las tardes de abril.
Como queriendo entibiarse
nuestro arce se encuclilló ante la fogata del ocaso.
¡Cuántos huevos robé de los nidos de las comadrejas
trepando de rama en rama!
¿Será el mismo con su cima verde?
¿Será como antes tan dura su corteza?

¿Y tú, mi querido,
mi fiel perro overo?
La vejez te ha puesto gruñón y ciego
y vagas por el patio arrastrando tu cola caída,
tu olfato ya no distingue el establo de la casa.
Cuán queridas me son aquellas travesuras
cuando hurtaba pan a mi madre
y lo mordíamos por turno
sin sentir asco uno del otro.

Soy el mismo de antes
y mi corazón es el mismo.
Los ojos florecen en el rostro como azulíes en el centeno,
y al extender las esteras doradas de mis versos
quisiera decirles mis palabras más tiernas.

¡Buenas noches!
¡Buenas noches a todos!
La guadaña de la aurora ha enmudecido
sobre la hierba del crepúsculo...
Siento unas ganas enormes
de mear la luna desde la ventana.

¡Luz azul! ¡Es tan azul la luz!
En este azul ni siquiera morir importa.
¡Qué me importa parecer un cínico
con un farol colgando del trasero!
Mi viejo, buen y derrengado Pegaso,
¿acaso necesito de tu trote apacible?
He llegado como un amo severo
a cantar y glorificar las ratas.
Mi cabezota, como agosto,
vierte el vino burbujeante de los cabellos.

Quiero ser el velero amarillo
que va hacia el país adonde todos navegamos.



Poema de Serguei Esenin traducido del ruso por Gabriel Barra
Versión poética de Gabriel Barra y Jorge Teillier

viernes, 17 de mayo de 2013

El vendedor de Humo

Heidegger, la introducción del nazismo en la filosofía

God on Trial 2008

Funny Games Haneke

Frank Cappa



Los Patriotas

El Capitán Trueno

The Hustler

John Coltrane, Afro Blue

John Coltrane Naima

John Coltrane 1026-1967

The UFA History Klaus Kreimeie

Jacqueline du Pre Elgar Concert

Zaz

Sartre

Albert Camus On Nihilism

Kroke

El último tren a Auschwitz

Miles Davis Aronund MIdnight

Black Annis Riefensthal

El tiovivo de la Plaza Krasinski

Gueto, A Film Unfinished

Katyn

Barbara Christian Petzold

Audrius Juzenas Vilna Ghetto. Liza Magun Te llama

"Portrait" Sergei Loznitsa

"Portrait" Sergei Loznitsa

Vivian Maier

Sean Penn Paolo Sorrentino This Must Be The Place

jueves, 16 de mayo de 2013

Zoran Music, by Paco Fernández


Zoran Music representa una de las referencias más importantes para reflexionar sobre el modo en el que la pintura afronta la cuestión del arte después de Auschwitz. Music fue deportado al campo de Dachau en 1944 por sus ideas antifascistas. Logró sobrevivir hasta la liberación en 1945. Muchos de sus dibujos fueron hechos en el mismo campo en el que se encontraba prisionero. Mostramos aquí una acuarela del año 1975 llamada Nosotros no seremos los últimos.


"...la dimensión trágica y la lección moral de las obras de Zoran Music estriba en el quilibrio que mantienen, entre la captación de lo real y la descomposición de lo visible...En sus figuras, difuminadas en el espacio pictórico hasta volverse casi invisibles, se hace a veces imposible que se distingan los elementos de la composición, como si todo fuese un uno indiferenciado...Un auténtico amontonamiento de formas, como los cadáveres apilados y amontonados en una fosa común tras su exterminio en masa."

                                        Fernando Bárcena y Joan-Carles Mèlich: LA LECCIÓN DE AUSCHWITZ.




martes, 14 de mayo de 2013

Dizzy Gillespie for president/Paco Fernández


Dizzy Gillespie, trompetista de jazz y uno de los creadores del Be Bop, se presentó a las elecciones presidenciales norteamericanas del año 1964. Compitió con George Wallace, gobernador segregacionista de Alabama, el beligerante Barry Goldwater y Lyndon Johnson. Su programa electoral se resumía en los siguientes puntos: 

1. La Casa Blanca pasaría a llamarse Casa del Blues.
2. El FBI sería disuelto. 
3. Los candidatos a un empleo deberían presentarse con capuchas para evitar ser identificados como negros o blancos. 
4. Su equipo estaría compuesto por: 
- el trompetista Miles Davis: presidente de la CIA
-el baterista Max Roach: Ministro de Defensa
-el bajista Charles Mingus: Ministro de la Paz. 

Como era de esperar, Gillespie no obtuvo los suficientes votos para llevar a cabo su proyecto. 


lunes, 13 de mayo de 2013

Jazz, by Paco Fernández


El grito de un saxo que trastoca el pesado orden de las cosas, el aullido de una trompeta que desarticula la trama de las aparentes realidades que ponen límites a la imaginación. La rima de los sueños condenados a la extinción o el ritmo de los que, por azar o pereza, se hicieron realidad. El eco de la desesperación o el sonido del que jamás desespera. El swing de los que se empeñan en desarticular la red opresiva configurada por los hábitos y las costumbres. De nuevo el ritmo, el movimiento, el baile, los cuerpos que se pliegan, después se estiran, se curvan, avanzan, retroceden y se abisman. El sudor del clarinetista imponiendo la secuencia de la que surge la improvisada belleza, el juego que inventan una trompeta infatigable y un saxo que se derrama. El jazz y tu rostro: encrucijadas donde nuestras soledades se tocan.

                                                            Fragmentos de Juzzlio Bluestazar Tavern Club. Paco Fernández. 


FILOSOFÍA


La filosofía no sirve ni al Estado ni a la Iglesia, que tienen otras preocupaciones. No sirve a ningún poder establecido. La filosofía sirve para entristecer. Una filosofía que no entristece o no contraría a nadie no es una filosofía. Sirve para detestar la estupidez, hace de la estupidez una cosa vergonzosa. Sólo tiene este uso: denunciar la bajeza del pensamiento bajo todas sus formas. ¿Existe alguna disciplina, fuera de la filosofía, que se proponga la crítica de todas las mixtificaciones sea cual sea su origen y su fin? Denunciar todas las ficciones sin las que las fuerzas reactivas no podrían prevalecer. Denunciar en la mixtificación esta mezcla de bajeza y estupidez que forma también la asombrosa complicidad de las víctimas y de los autores. En fin, hacer del pensamiento algo agresivo y afirmativo. Hacer hombres libres, es decir, hombres que no confundan los fines de la cultura con el provecho del Estado, la moral o la religión. Combatir el resentimiento, la mala conciencia, que ocupan el lugar del pensamiento. Vencer lo negativo y sus falsos prestigios. ¿Quién, a excepción de la filosofía, se interesa por todo esto? La filosofía como crítica nos dice lo más positivo de sí misma: empresa de desmixtificación.

                                                                                                                          G. Deleuze